ATRAS

Trasplante Meniscal

Pese a que la mejor actitud terapéutica frente a una rotura meniscal es la reparación mediante diferentes técnicas de sutura, esto no siempre es posible y en ocasiones es necesario realizar una meniscectomía, que consiste en la resección del tejido patológico. La mayoría de los pacientes sometidos a una meniscectomía presentan una buena evolución pero en ocasiones puede aparecer un “Síndrome Postmeniscectomía”. Este consiste en dolor en el compartimento afecto secundario a la perdida de función amortiguadora del menisco. Suele cursar con edema óseo en el cóndilo femoral y meseta tibial de ese compartimento evidenciable mediante Resonancia Magnética Nuclear.

Si el paciente cumple una serie de condiciones que incluyen un eje adecuado de la extremidad, la ausencia de artrosis avanzada y una rodilla estable, pueden ser candidatos a un trasplante meniscal. Este procedimiento puede mejorar la función y el dolor, y puede tener un efecto protector en la rodilla retrasando la degeneración artrósica.